lunes, 21 de enero de 2008

Haffkine, Waldemar (1860-1930)

Bacteriólogo ruso que trabajó en India.
Durante su carrera desarrolló una serie de vacunas promisorias y de procedimientos exitosos:
vacuna de Haffkine (un cultivo de caldo, envejecido y estéril de Yersinia pestis), una vacuna anticólera (con una cepa viva y atenuada de Vibrio cholerae, conocida también como la vacuna de Ferrán-Haffkine), un suero anti-pestoso, la haffkinina (una preparación de atebrina) y la haffkinización (un singular procedimiento de inmunización con su suero antipestoso).
De todo ello sólo resta el recuerdo de su vacuna contra la peste bubónica, la primera usada en seres humanos y cuyo principio respeta la actualmente en uso, que dista de ser una maravilla. En la encrucijada, Haffkine tomó el camino trillado de su época, trabajar con bacterias enteras, muertas o de virulencia atenuada: fracasó así frente al cólera (que es una enfermedad producida por toxina), y fracasó parcialmente ante la peste (porque los procedimientos de la época no le permitían seleccionar los antígenos correctos).
En un feliz instante de su vida, Waldemar Mordecai gozó de mucho prestigio y llegó a dirigir un laboratorio de vacunas en Bombay. Por desgracia y no por culpa personal, sus dos vacunas se vieron envueltas en accidentes fatales, provocando al infortunado investigador años de amargos sinsabores:
- El primero ocurrió en noviembre de 1902, durante una gran campaña de vacunación contra la peste bubónica en el Punjab, donde 19 personas que habían sido inmunizadas en el pueblo de Mulkowal fallecieron de tétanos. La causa de este desgraciado accidente, conocido como el desastre de Mulkowal, permaneció en discusión durante cuatro años y, aunque finalmente la inocencia de Haffkine pareció probarse, fueron para éste cuatro siglos de angustia.
- El segundo se inició el 16 diciembre de 1906, al enterarse por la prensa que el Dr. Richard Strong había inoculado en la prisión de Bilibid, en Manila, a 24 "voluntarios" con una vacuna viva anticólera preparada según el procedimiento de Haffkine, a raíz de lo cual habían fallecido 13 de ellos. Lo verdaderamente increíble de este nuevo desastre es que los prisioneros no fallecieron de cólera, sino de... ¡peste bubónica! (debido a un error durante la elaboración de la vacuna).
Lamentablemente, Waldemar Haffkine no fue del todo rehabilitado por estos acontecimientos en los que él no tuvo la culpa, al punto que el célebre investigador fué suspendico para cualquiera inoculación anticólera en India.
Autor del trabajo: Senabre Garcia, Cristina.